ÁMATE

Ámate a ti primero que a nadie, querida amiga. ​

Ámate tanto que el “qué dirán” no te afecte; que la opinión de los demás, no importe. ​

Ámate tanto que lo que hagas por ti y para ti, sea suficiente. ​

Ámate haciendo lo que te haga feliz, así los demás no lo entiendan. ​

Ámate disfrutando de tu cuerpo, tal y como es; elógialo frente al espejo porque es perfecto y porque te ha traído hasta aquí, hasta hoy. ​

Ámate amando cada arruga, cada mal llamada imperfección, cada cicatriz, cada estría, cada gordito. Si quieres eliminarlos, hazlo; pero hazlo por ti, no por complacer a nadie más. ​

Ámate aceptándote como eres, con tu genio, con tu luz y tu oscuridad, con tus altas y tus bajas, con tus buenas y tus malas. ​

Ámate, no te abandones a ti misma aunque el resto del mundo lo haga. ​

Ámate, gozando y agradeciendo cada día de tu vida; los anteriores, los venideros pero sobre todo, el HOY. ​

Ámate, viviendo cada día con energía, con valor, con fe y amor. ​

Ámate tanto que la compañía de una pareja, sea bendición y no necesidad. Que tu pareja, tus hijos, tu familia, tus amigos, sean tu complemento y no tu centro. Tu centro eres y serás tu. ​

Ámate mujer, amiga, madre, hija, esposa, novia; sea cual sea tu lugar, ámate primero tu, se tu prioridad. Que ese amor se te note en la sonrisa, la sonrisa del amor propio.

31 de octubre de 2020